El proyecto de Hard Rock divide opiniones entre Vila-seca y Salou

El futuro del ambicioso complejo turístico y de ocio proyectado hace más de doce años junto a PortAventura genera posturas enfrentadas. Mientras el alcalde de Vila-seca, Pere Segura, declaró que «El proyecto de Hard Rock, tal y como lo entendemos, está muerto», su homólogo de Salou, Pere Granados, defiende firmemente la iniciativa como una oportunidad clave para el desarrollo económico y social de la región.

La perspectiva desde Vila-seca: dudas sobre la viabilidad del proyecto

Pere Segura expresó su escepticismo sobre el futuro del proyecto debido a los cambios fiscales que aprobará el Parlament este mes, los cuales elevan los impuestos al juego del 10% al 55%. «El inversor tendrá que decidir si reformula el proyecto o pide una indemnización. Sólo tiene esas dos opciones», afirmó.

Segura también cuestionó la posibilidad de eliminar la parte del casino, lo que requeriría al menos cinco años adicionales de trámites administrativos y cambios urbanísticos. «Aunque se elimine la parte del casino, surgirán nuevas plataformas y, si el problema no es el juego, dirán que es el turismo, que no aporta valor, y entraremos otra vez en las mismas dinámicas», lamentó. Asimismo, criticó la politización del proyecto, destacando que cerrar esta carpeta podría derivar en reclamaciones legales e indemnizaciones millonarias.

La visión desde Salou: un proyecto clave para el progreso

Por otro lado, el alcalde de Salou, Pere Granados, reiteró su firme defensa del proyecto, calificándolo como «una iniciativa clave para el desarrollo económico y social de Salou, la Costa Daurada y Cataluña». Granados subrayó que el proyecto no solo implica la construcción de un casino, sino también de dos hoteles, espacios comerciales, equipamientos de ocio y zonas destinadas al turismo MICE (reuniones, incentivos, conferencias y exposiciones).

«Este proyecto creará empleos durante todo el año, ayudando a desestacionalizar el turismo y mejorando la calidad de vida de nuestra gente», destacó Granados. Además, alertó sobre los riesgos de generar inseguridad jurídica debido a los cambios fiscales: «Modificar las condiciones fiscales puede alejar futuras inversiones. Necesitamos demostrar que Cataluña es un lugar seguro para invertir, con reglas claras y confiables».

Debate político y posibles indemnizaciones millonarias

Los grupos municipales de Salou, Sumem per Salou-PSC y Sempre Salou – Ara Pacte Local, presentaron una moción para instar al Parlament reclamando responsabilidad política para evitar obstáculos que comprometan el proyecto, una moción que tras su aprobación no tuvo ningún tipo de impacto en la toma decisiones referentes al proyecto de Hard Rock.

Granados también advirtió que, de no materializarse el proyecto, el inversor podría reclamar una indemnización millonaria, lo que podría afectar gravemente los recursos públicos. «Estamos hablando de progreso, bienestar y una oportunidad única para posicionar a Salou y a Cataluña como referentes en el turismo internacional», concluyó.

Una región dividida ante un proyecto clave

En definitiva, el futuro del proyecto Hard Rock en la Costa Daurada divide opiniones entre Vila-seca y Salou. Mientras Segura subraya los riesgos legales y administrativos, Granados destaca su impacto positivo en la economía y el turismo de la región. La decisión final queda en manos del inversor, quien deberá sopesar las nuevas condiciones fiscales frente a las oportunidades de desarrollo planteadas.